Características y consecuencias de la Segunda Revolución Industrial.

 

¿Qué fue la Segunda Revolución Industrial?

Se conoce como Segunda Revolución Industrial a un ciclo de innovaciones en la industria que involucró tanto los procesos de producción de bienes, como los transportes y el desarrollo de nuevos inventos. Esta se inició en Europa a partir de 1873 y se prolongó hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914.

Durante esta segunda oleada industrial, Gran Bretaña, que había iniciado la Primera Revolución Industrial, quedó relegada por los países de Europa continental, los Estados Unidos de América y Japón.

fotografía aérea torre Eiffel

Vista aérea de la Exposición Universal de París de 1889. La torre Eiffel, construida para esa ocasión, es un ejemplo de la arquitectura de hierro desarrollada a partir de la Segunda Revolución industrial.

Características de la Segunda Revolución Industrial

Las principales características de la Segunda Revolución Industrial fueron las siguientes:

Las industrias que tuvieron avances más importantes fueron la siderúrgica, la química y la de producción de maquinarias.

El perfeccionamiento en la producción de acero favoreció el desarrollo de los medios de transporte. La extensión del ferrocarril, así como la invención de los barcos a vapor cada vez más grandes y veloces, facilitaron el transporte de mayor cantidad de personas y mercaderías a grandes distancias y en menos tiempo.

Comenzaron a utilizarse nuevas fuentes de energía, especialmente el petróleo y la electricidad. El desarrollo de la industria petroquímica permitió la invención del motor a explosión en 1870 y del automóvil en 1885.

Se ampliaron las investigaciones en ciencia aplicada y tecnología. Así, nuevos inventos como el telégrafo y el teléfono facilitaron las comunicaciones. También se produjeron avances en óptica, química aplicada a la industria y en medicina.

Se diversificó el tipo de industrias. Mientras durante la Primera Revolución Industrial el mayor desarrollo se produjo en la industria textil, en la Segunda la industrialización alcanzó desde la mecánica hasta la mueblería, las telecomunicaciones, los productos de uso doméstico, etc.

Las empresas se complejizaron. Las industrias dejaron de pertenecer a dueños individuales para transformarse en sociedades anónimas con enorme poder económico. Al mismo tiempo se analizaron y sistematizaron los procesos de gestión empresarial.

Alemania desplazó a Gran Bretaña como potencia industrial europea. Al mismo tiempo, Estados Unidos se posicionó a la cabeza de la industrialización en el mundo. En Europa continental, la expansión de la industrialización también alcanzó a Bélgica, Francia e Italia.

Comenzó a alcanzar cada vez más protagonismo el capitalismo financiero. Es decir, se desarrollaron instituciones financieras dedicadas a orientar el ahorro privado a la inversión en la industria.

Causas y consecuencias de la Segunda Revolución Industrial

Causas

Las causas que produjeron la Segunda Revolución Industrial son:

El maquinismo iniciado con la Primera Revolución Industrial sumado a los intereses de los capitalistas generó un ambiente propicio para la inversión y el desarrollo de nuevas industrias.

En los Estados europeos del Antiguo Régimen, la sustitución política por sistemas más abiertos y democráticos creó las condiciones para el desarrollo de una burguesía industrial.

Luego de sucesivas crisis económicas a lo largo del siglo XIX, los Estados europeos decidieron proteger sus economías y crear sus propios mercados. De ese modo, iniciaron una política de expansión imperialista. La conquista territorial de amplias regiones de Asia y África les permitió obtener materias primas para sus industrias y un enorme mercado comprador para sus productos industrializados.

La profesionalización de la gestión empresarial de las industrias.

Consecuencias

Las consecuencias de la Segunda Revolución Industrial fueron las siguientes:

Gracias al perfeccionamiento de los medios de transporte, el mercado se globalizó. Los bienes, tanto materias primas como productos manufacturados, recorrieron en mundo.

Se consolidó el capitalismo como sistema económico global.

Las grandes empresas se transformaron en agentes de presión política con influencia incluso en los gobiernos.

Aumentó el porcentaje de población dedicada a las actividades industriales y de servicios, al mismo tiempo que disminuyó sostenidamente la población dedicada a las actividades agrícolas.

Se produjo una fuerte migración del campo a las ciudades, que se fueron transformando en grandes urbes con alta densidad poblacional.

Las ciudades crecieron y se modernizaron. La sociedad se dinamizó, se desarrolló una clase media burguesa con hábitos de consumo vinculados al tiempo libre como vacaciones, paseos de fin de semana, consumo de libros, revistas, catálogos, etc.

Hubo un cambio en la política salarial de los empresarios industriales. Se comenzó a considerar la calidad de vida de los obreros y algunas medidas tomadas, tal como el aumento de los sueldos, además de favorecer la producción generaron un mercado consumidor de productos y por lo tanto ampliaron la demanda de productos industrializados.

Se produjo un cambio en la mentalidad de las personas, las cuales comenzaron a consumir productos que hacían la vida más confortable, como máquinas que realizaban las tareas domésticas o facilitaban el trabajo. Además, se comenzó a valorar el enriquecimiento y a considerarlo como sinónimo de inteligencia.

Hubo una mejora en la gestión de producción, a partir del análisis de los procesos de las fábricas. La creación del sistema de «cadena de montaje» disminuyó los tiempos de producción y, como consecuencia, favoreció la producción de mayor cantidad de productos a precios más bajos.

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